miércoles, 30 de septiembre de 2009

REALISMO PAGANO Y TRIVIAL


David Mamani Cartagena





Escríbeme. Postales de Copacabana es una coproducción alemana –boliviana, estrenada el pasado 29 de septiembre en Cine Center de Santa Cruz.

La cinta fue dirigida por el alemán Thomas Kröntale y producida por Avista Film (productora alemana, realizadores de La Cacería del Nazi) y Pegaso, contraparte boliviana de propiedad de Paolo Agazzi (Mi Socio, Sena Quina, Los Hermanos Cartagena), quien figura como productor ejecutivo y distribuidor de la cinta en el país.

La película está basada en el libro “Postales de Copacabana” de Stefanie Kremser, cuya fascinación por el lago sagrado Titicaca (La Paz), fuera fuente de inspiración para narrar visualmente a través del guión escrito por la misma autora.

La historia transcurre entre Alemania y Bolivia, cuando Alois (Florian Brückner) se hunde por el lago Walchensse (atractivo turístico de Baviera, Alemania, frontera con Austria) para emerger del Titicaca, en una travesía del viejo al nuevo mundo (metáfora de recorrido), un símil entre ambos países (lago). Al llegar a Copacabana conoce a Elena (Agar Delos), nativa de la región de quien se enamora, viviendo un fugaz romance, llegando a procrear un hijo cuyo sino trágico se repite ante la muerte de Alois como de su descendiente. Elena, vive sus últimos días al lado de su nieta Alfonsina (Julia Hernández) y su nuera Rosa (Carla Ortíz). A través de estos tres personajes, generaciones dispares de mujeres que alcanzan un rol protagónico en el mundo individual que le rodea, se teje una trama fútil que lamentablemente roza el cliché de una telenovela “light” que bien podría ser un refrito de la TV venezolana.

A excepción de los recursos técnicos y ponderando las palabras del productor italiano (Agazzi) que sostenía que la película cumplía con ciertos estándares de rigor como el metraje (35 mm), destaca la fotografía de Christof Oefelein como la música de Martín Unterberger. En cuanto a las actuaciones, sorprende el acento neutral de Hernandez (España) quien asume muy bien el rol de Alfonsina, al igual que Delos, virtuosa de las tablas en La Paz.

Entre otros recursos narrativos del filme, se evidencia el sincretismo que se da entre la cultura bávara en cuanto a algunos ritos paganos del país teutón con íconos milenarios de nuestra región como el ekeko y otros santos milagrosos.

En una de las escenas aparece una referencia a la película Cuestión de Fe de Marcos Loayza, donde el actor Jorge Ortíz (recurrencia del oficio, cuyo personaje en Cuestión de Fe era un artesano, escultor de efigies santas) recomienda a Alfonsina llevarse una figura para conquistar amores.

Ojalá que los santos paganos y cristianos iluminen a los realizadores bolivianos como extranjeros.

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