David Mamani Cartagena
El 5 de diciembre pasado,
Alejandro Zambra (Santiago de Chile, 1975) lanzó oficialmente su nuevo título
“Mis documentos” (Anagrama). Zambra había escrito novelas y poesía, previamente
publicaba críticas de libros en un diario, pero hoy incursiona en el relato
corto, el cuento.
“Bonsai”, su primera novela (que fue adaptada al cine), y “La vida privada de los arboles”, su
segunda novela; le dieron el reconocimiento de la crítica. Formó parte de la
lista de Bogotá 39 y es uno entre los 22 mejores escritores de literatura
hispana elegidos por la revista GRANTA.
Zambra se ausentó dos años tras
publicar en 2011, “Formas de volver a
casa” y “No leer”, un compilado de sus ensayos y críticas literarias. Acaba
de recibir el Premio Principe Claus 2013, empero minimiza el hecho diciendo: “si escribes debes saber que, en esencia, la
literatura no pasa por ahí, es un estímulo muy externo”.
Un autor nacido durante la
dictadura chilena pero que desarrolló su sensibilidad a partir de la memoria en
el proceso democrático, es recurrente en dar ciertas referencias autobiográficas
en su ficción. Al consultar sobre su nueva obra, se negó a hablar de ella y
prefirió responder el resto de las preguntas. Como la intimidad y la brevedad
de sus palabras.
Previamente has escrito poesía y novela, acabas de publicar cuentos.
¿Has encontrado nuevos códigos en tu literatura, una nueva estética?
AZ: Para mí la escritura es una sola, que se presenta, a veces, de
diversas formas. Cuando escribo un poema no siento que esté haciendo algo
esencialmente distinto de escribir un relato o una novela. Y por otra parte no
publico todo lo que escribo, al contrario, publico muy poco. Todos estos años
he seguido escribiendo poesía, pero nada me ha parecido, a la postre,
publicable. Entre un libro y otro hay diferencias que quizás para los demás son
sutiles pero para mí radicales. Creo que estoy cambiando de discurso todo el
tiempo, pero no sé si eso se nota tanto desde fuera.
Leí en una entrevista al diario la Tercera, que te considerabas uno de
los mejores de los 5000 escritores de tu generación de tu país. 5000 es una
buena suma para la literatura latinoamericana. ¿Es una constante en la
literatura chilena hasta hoy? ¿aumentó o decreció?
AZ: ¡Eso era una broma! Sí creo que hay muchos escritores y me parece
que, en este caso, la abundancia no daña.
¿Has considerado alguna solución para el problema de distribución
editorial de tu obra? ¿quizá la distribución digital, PDF?
AZ: No he considerado ninguna solución, de hecho no he pensado
seriamente en ese problema. Quizás porque cuando publico me olvido un poco de
los libros, de su recepción. Me concentro en otra cosa.
Hablando del eterno debate digital-papel, consideras válida la tesis
que ambos soportes conviven porque al final solo importa el texto. ¿Cuál es tu
opinión sobre este exagerado apocalipsis del mundo editorial?
AZ: Creo que lo que importa, como dices, es el texto. Yo crecí leyendo
en fotocopias, algunos de los libros fundamentales en mi vida los leí en
fotocopias. Y muchos siguen leyendo en fotocopias o en pdf. La literatura no
depende del libro, aunque sigo prefiriendo leer libros.
Entre tus futuros proyectos está la realización de una película. Tengo
entendido que vos mismo escribiste el guión y que piensas dirigirla. Comenta
por favor.
AZ: No quisiera comentar mucho. Se llama "Vida de familia" y
está basada en un cuento de "Mis documentos". Tengo muchas ganas de
que eso resulte, a pesar de que me abruma ese lado tan colectivo y tan en-el-mundo
que tiene el cine. Estoy acostumbrado al papel y lápiz. El guión aún no lo
termino, eso sí.
¿Sigues pensando que lo peor del oficio de ser crítico literario es
terminar de leer un libro aunque no te guste? ¿Existirá algo peor que eso para
un crítico?
AZ: Lo peor no es terminar el libro, sino tener que escribir sobre él e
intentar hacerlo bien. Dedicarle un tiempo precioso que podrías haber pasado
leyendo otras cosas, haciendo otras cosas. Pero decía lo peor para mí, lo que a
mí me resultó cuesta arriba. La crítica, por lo demás, recurre también a otros
formatos, no siempre depende de un espacio pequeño semanal, como era mi caso.
Sobre Mis documentos
Alvaro Bisama (escritor chileno)
Zambra es el cartógrafo de una soledad contemporánea, latinoamericana,
chilena, santiaguina. Mis documentos traza las rutas de aquella soledad,
ficciona por momentos su biblioteca posible. Despojados casi de cualquier
artificio metaliterario, los relatos de Mis documentos terminan siendo postales
insoslayables del mundo que describen y pueden ser leídos como apuntes para esa
historia posible (una de la clase media chilena y su literatura, que nunca se
ha escrito); una escritura practicada a partir de la profundidad de campo de
las viejas fotos familiares, que opera por medio de los fragmentos de un diario
de vida cuyo autor es incierto, pero que por momentos adquiere rasgos
colectivos. Al fondo está la voz de Zambra, que es inconfundible e
inclaudicable. Esa voz sólo se parece a sí misma aunque por momentos, tal es su
arte, termina pareciéndose a la de todos.
Fotos: http://static.latercera.com/20131123/1856101.jpg // Página de Facebook de Alejandro Zambra
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