domingo, 17 de junio de 2007

BUHO BLANCO SAN JAVIER



Se llama Buho Blanco San Javier Espacio de Arte, así la he bautizado. El nombre porque en Santa Cruz tengo el otro Buho Blanco, y San Javier para que englobe todo el pueblo, sus costumbres, su cultura. Espacio de arte porque pretendo que no solo haya exhibiciones, pintura, escultura, sino también se pueda hacer otras actividades como teatro, música o que alguien venga a escribir.

EL LUGAR


Buho Blanco San Javier está ubicado a tres cuadras de la plaza principal, en este lugar llamado Piedra de Los Apóstoles. Es un nombre que le pusieron después de la venida de los misioneros. Antes se llamaba Pucai Yaritú, donde hacían rituales. Entonces cuando llegan los jesuitas cambia a Piedra de Los Apóstoles.

El terreno tiene 300 mts2 y la construcción alcanza los 140 mt2. El terreno es irregular, es una pendiente. Hicimos terraplenes para ir ganando espacio para hacer el dormitorio, la cocina y sobre eso está pensada la construcción, diferentes niveles tratando de afectar lo menos posible al espacio externo. Inicialmente el proyecto era taparlo todo con tierra, que solo se vea una loma, pero después arquitectónicamente no me gustó mucho, decidí dejarlo. Con el concreto se ve muy bien porque es una intervención arquitectónica en el espacio que no molesta al ojo.


LA CONSTRUCCION


Es una bóveda de concreto que se ha creado tratando de resaltar sobre todo la piedra, que es como el atractivo principal de este lugar.

La bóveda de concreto tiene como 10 cm en la mayor extensión y hacia los apoyos tiene 20 cm de concreto, está anclado con las piedras y en el piso. Las paredes externas son de ladrillo adobito y las paredes internas son de adobe. Utilicé el adobe por la acústica y para aislar la humedad y el calor. Entonces tiene doble pared, casi 35 cm de pared externa. La pared interna no, porque quería ganar espacio”.

Empecé en enero del 2006 y concluí en marzo de 2007, bastante largo porque la construcción se hizo con aporte propio. Tuve que ganar el dinero antes de traerlo para acá (risas). Me tomó tiempo pero tampoco había ningún apuro, lo hice al ritmo que pude.


DISEÑO INTERIOR





La galería tiene como 80 mts2, irregular por las piedras que tiene adentro, luego tiene un dormitorio, cocina, baño, eso pensando para poder alquilarlo como residencia a una persona que quiera trabajar ahí la parte creativa.

El piso de la sala tiene pintura asfáltica, que es de alto tráfico, no hay problema de pisarlo. Lo normal es el techo pintado y abajo el piso de cerámica, mosaico, pero en este caso está invertido, la pintura está abajo. Es una situación que te frena, no sabes si entrar o no, es interesante.






Las puertas están pensadas en las riquezas que hay, tanto en la zona como en el país. La entrada al dormitorio está hecha granos, mostrando la riqueza que tenemos en los alimentos; luego la otra puerta de la cocina está forrada con cuero de vaca, pensando en la riqueza de la zona, que es ganadera. Finalmente la puerta del baño, tiene tejidos ayoreos, la riqueza textil. En la parte oriental, la cultura que más ha avanzado en diseño y calidad es la ayorea. Por eso decidí utilizar tejidos ayoreos, el valor artístico de esta cultura.






El piso del dormitorio es otro detalle. Siempre pienso que hay que usar los materiales naturales, aunque a veces eso encarece más al trabajar. En este caso sí, porque el piso está revestido con los puntales que utilizamos para la construcción. Le ha dado un aspecto muy lindo, muy original.

La fuente de la sala es un trabajo que han descubierto los japoneses, sé que lo hacen los budistas zen. Es algo que yo conocí cuando fui a Japón, en hoteles, en templos, que son bastante relajados. La traducción del japonés a nuestro idioma quiere decir “arpa acuática de los acantilados”. En la naturaleza se puede ver eso, con suerte en los acantilados de los ríos. Seguramente al observar eso los japoneses, los monjes, crearon esto artificialmente, una cosa pequeña. A mí me fascinó mucho y pensaba cuando podía hacerlo. Justo se dio aquí.




La construcción es sencilla. Se hace una base de agua entre cuatro a cinco centímetros. Luego se pone de campana una cerámica que compré en Cochabamba, son buenas e iguales como las de Japón. Se vuelca la cerámica y a los costados se pone piedra para que tenga una resonancia y sobre eso se le pone un huequito para que entre el agua. Luego se le pone ripio y al lado se hace una piedra con un hueco donde se deposita el agua. Con una cuchara de bambú se echa agua a las manos. Lo bueno de esta fuente es que reproduce el sonido de un acantilado. Los monjes japoneses, durante la ceremonia del té, primero se lavan la mano y luego al tomar escuchan ese sonido de la caída del agua.


Otro elemento de la cultura japonesa, es la lámpara del dormitorio, que es de un famoso escultor llamado Isamu Noguchi. Esta lámpara la trajo mi mujer hace mucho tiempo de Japón, es original. Cuando hice el Buho Blanco en Santa Cruz no supe donde ponerla, pero aquí se dio, y justamente este escultor japonés trabajaba en piedra. Yo pienso que si Isamu Noguchi hubiera llegado a este lugar, no sé qué impresión hubiera tenido, habría trabajado obras muy lindas. Cuando construí esta casa, pensé en él. De hecho se la dedico a él, porque conocí su obra.


ANECDOTAS & COMENTARIOS


Hace algunos años, en Coroico, en un encuentro de escultores, fue Ejti a pintar, estaba retratando en pintura lo que hacíamos. En ese evento hice un caballo y Ejti me dice: “hagamos un trato, haceme un caballo y yo te pinto lo que quieras en tu casa”. Hicimos el trato y ahí quedó. Yo me acordé de ese trato cuando hice esta casa, quería traerla a Ejti, pero no sabía donde decirle que pinte. Entonces, la cocina, si bien está bien terminada, bien cuidada la parte arquitectónica, no pasa de eso. No tenía un atractivo así como hay en los otros espacios. Pensé y dije “éste es el lugar que quiero que pinte”.




Para eso me fui al taller, durante unos días hice el caballo y lo terminé. Cuando concluí, le llame a Ejti y le hice recuerdo del trato, ella todavía estaba interesada. Fui a su casa a conversar. Contraté una grúa, cargué la obra y me fui a su casa. Cuando llegamos allá le dije al de la grúa que alce el caballo lo más que pueda sobre la barda que medía como seis metros (risas). La llamé y cuando salió, casi se desmaya al ver un caballo volando sobre su casa (risas). De ese modo Ejti vino a pintar a mi casa y estoy seguro que va a ser un muy lindo cuadro, será un aporte para el lugar. Para mí, Ejti es una de las amigas más grandes que tengo, desde cuando yo estaba haciendo mis pininos en el arte. Es una buena amiga en lo personal y en lo artístico, por eso es que es un lindo aporte que ella puede hacer.





La inversión ha sido alta, la verdad no sé cuánto es. El problema aquí al margen de la distancia, es que no hay los materiales necesarios para construir, entonces hay que traer mucho de Santa Cruz, de Concepción, de San Ramón, el ripio, la arena, el fierro. Todo lo que hay aquí es muy caro y eso encarece el costo. Tuve que traer albañiles, gente especializada en construcción porque aquí en San Javier no hay. Eso encareció los costos.



El terreno era el único lugar que encontré en venta. Yo vine decidido a comprar un terreno en San Javier, un lugar que tenga piedras. Yo conocía antes San Javier, aunque nunca vine por este lugar. Cuando llegué, me quedé loco por comprarlo, pero me dijeron es municipal. Pero encontré este terreno que estaba justo al inicio del límite, son casualidades de la suerte que a veces me acompañan. El lugar estaba en venta y sin pensarlo más, en una semana vine y lo compré. Este lugar era un monte, abandonado, aunque anualmente se le hacía una limpieza, pero no pasaba más de eso. Entonces era una pena que se desperdicie este espacio que es tan bello, atractivo. Yo creo que con este trabajo que estoy haciendo voy a contagiar de entusiasmo, abrir los ojos a la gente, que digan “había sido interesante la piedra”. Este lugar era el basurero de la ciudad, desperdicios, incluso más arriba siguen haciendo mal uso del monte pero con el tiempo va ir cambiando. Por ejemplo aquí al lado había una casa de calamina que era un boliche, un antro, durante años funcionó. Más bien ahora la Alcaldía lo ha cerrado, se mejoró.

Donde termina mi terreno, hay una franja y de ahí hay un terreno municipal de 20.000 metros, tres montañas que sirven de mirador, muy lindo espacio. Yo después seguiré trabajando esa parte, tengo un proyecto para la ciudad.

BUHO BLANCO SANTA CRUZ VS. BUHO BLANCO SAN JAVIER

A mí me gusta más Buho Blanco San Javier. Es que uno va aprendiendo. No sé si habrá un tercero, a mí me gustaría hacer otra. Esta es especial por el entorno, algo que he soñado siempre es hacer una casa sin barda, odio las bardas. En la ciudad necesariamente hay que poner, aquí es bello porque no tiene y se integra. Después los materiales, tu ves de afuera que la piedra está como abandonada, como maltratada, pero adentro está como en vitrina. Es decir la piedra está en su dimensión como escultura, para mí son obras de la naturaleza. Esa es la diferencia entre ésta y la de Santa Cruz. La otra es básicamente madera y piedra.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Juan:

¡Los poemas que escribiré en esa morada! Gracias.