viernes, 16 de mayo de 2008

NARRAR FUERA DEL CENTRO

David Mamani Cartagena

Gonzalo Garcés disertando en el Centro Simón I. Patiño

“Excéntricos y exiliados. La literatura argentina a principios del siglo XXI” fue la conferencia dictada anoche por el escritor argentino Gonzalo Garcés en el Centro Simón I. Patiño.

Garcés inició la charla abordando la actualidad de la literatura de su país, comentando el origen de su ponencia gracias a una nota de su autoría publicada en una edición de aniversario del suplemento Ñ de Clarín (Argentina).

En su nota titulada "¿Por qué no nos quieren?", Gonzalo Garcés expuso los rasgos que, según su criterio, identifican a la literatura argentina en el exterior: “pedantería, severidad académica, falta de observación”. La respuesta llegó de la mano de un colega suyo, Oliverio Coelho quien textualmente decía: “Garcés, tratando de etiquetar la literatura argentina en un canon utópico, no es la excepción. La literatura argentina actual no puede reducirse ni a tres ni a cinco escritores. Su riqueza es insospechada. Una generalización es válida sólo como impostura, y decir que está dirigida a un público iniciado, genera una falsa perspectiva crítica. Las categorías en juego son sólo categorías de mercado. Tautologías que permiten evaluar la permeabilidad de un público global, pero que operan como premisas ineficaces en campos literarios como el nuestro”.

Garcés indicaba que una característica de la literatura argentina al presente era la excentricidad, tema de discusión con Coelho. Aclaró que dicha palabra alude a su propio significado, “fuera del centro”. ¿Cuál es el centro? cuestionaba Garcés al público asistente, “todos los escritores argentinos se consideran excéntricos”.

Garcés cito a dos novelistas argentinos influyentes hoy en día, considerados excéntricos, el caso de Cesar Aira y Rodolfo Fogwill, describiendo a cada uno a través de sus libros.

Cesar Aira inició su carrera con la obra Moreira, novela de la década del ’70, continuando con otras grandes como La abeja, La guerra de los gimnasios y Noche de flores.

La temática de Aira según Garcés, roza la fantasía, la literatura hiper convencional, describir lugares comunes con ironía; “un escepticismo radical por la representación del mundo”.


Garcés subrayó la influencia de Macedonio Fernández en la obra de Aira, el mismo quien fuera maestro de Borges. “Macedonio proponía romper la ilusión durante la narración y hablar al lector” decía el invitado.

Para comprender un poco la obra de Aira, Garcés leyó fragmentos de la novela Cumpleaños, que alude a una crisis de conciencia, el cuestionarse la existencia. “Es como si Aira preguntara qué sabemos y qué no sabemos. Es un excéntrico en el sentido de estar en la nada, ignorar el mundo” dijo Garcés.

En el caso de Fogwill, escritor dispar a Aira, Garcés dijo que "éste era una respuesta crítica al anterior. Contradictoriamente son amigos”.

Rodolfo Fogwill se inició en la poesía, sacando a la luz posteriormente el cuento Muchacha punk. Luego vendría su obra cumbre: Los Pichiciegos, escrita en tres días. Una novela que narra la vivencia de un grupo de soldados desertores durante la guerra de las Malvinas. Dichos conscriptos deciden cavar un pozo y pasar el resto de sus días hasta que finalice la guerra. “Fogwill describe con exactitud los momentos, el sistema jerárquico del grupo, la alimentación, una etnografía de esa microsociedad. Al final del relato, mueren todos por falta de ventilación” contó el autor de Los Impacientes.

En el caso de la obra Vivir afuera, otra gran novela de Fogwill, Garcés describió que ésta tenía seis personajes: tres hombres y tres mujeres. Dichos caracteres están obsesionados con el conocimiento. Este conocimiento está en el centro según Garcés, “los excéntricos de Fogwill están refugiados en la verdad”.

En el caso de los exiliados, Garcés ironizó puntualmente que son “aquellos escritores que viven aristocráticamente fuera”.

Al momento de comparar ambos autores, Garcés expresó su preferencia por Fogwill como "una posición política, un cuestionamiento hacia la sociedad, una contradicción sobre lo que enseñan en colegio y la realidad".

Antes de concluir su participación, Garcés aludía a esa actitud de revuelta de Fogwill, “un rebelde que intenta cambiar las cosas. En cuanto a Aira, pesa una actitud desesperanzadora”

Al final sentenció: “Tengo fe en que la literatura cambia el mundo, así empecé como lector y ahora continuo como escritor”.


Fotos: David Mamani Cartagena

Nota: Links referentes al tema de literatura argentina [Gonzalo Garcés y Oliverio Coelho]



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