David Mamani Cartagena
La rápidez de Internet queda relegada [1] cuando uno cae en la cuenta que el 18 de noviembre pasado (2008), Hernán Casciari publicó en su blog personal una nota titulada “Una charla sobre la muerte de los blogs” [2]. Ayer por la noche, leyendo a mi colega bloguero Hugo Miranda, en uno de sus posts [3] constaté dicha sentencia masoquista del periodista argentino radicado en España. Hugo también tenía pendiente un comentario al respecto, sin embargo decidí adelantarme y compartir ciertos criterios.
Con argumentos algo convincentes disecciono algunas citas del mentado texto. Veamos, a un principio Casciari entona: “El día 2 de junio del año 2005, en Estados Unidos, asesinaron por primera vez a un blogger” [4].
Es obvio que el hábito no hace al monje y no basta con ser bloguero y vivir el boom, se puede ser internauta, pederasta, artista, deportista, cantante etc, para que en un futuro lleguemos a tener los 15 minutos de fama que aludía el célebre Andy Warhol. Similar caso el de Cho Seung-Hui [5] (estudiante coreano, autor de una balacera en EEUU) que sube un vídeo de advertencia a Youtube antes de asesinar a sus compañeros.
En otro de los párrafos, el autor clasifica a los blogueros en dos tipos, los que poseían uno por la necesidad de decir algo y otros como posesión, lo cual se reduce a pragmatismo versus vanidad ergo moda.
El primer grupo, sofisticado por las tareas paralelas que realiza como bien cita Casciari: “poetas, informáticos, estudiantes, periodistas, estudiantes de periodismo, fotógrafos, retocadores de fotografías, columnistas, monologuistas, narradores, arquitectos, novelistas, humoristas gráficos, etcétera”; es decir la elite versus la cultura popular. Corroboro este abismo cuando leo “En el segundo grupo (que hasta ayer era el mayoritario) sí hacía falta una definición. Y entonces "blogueros", o "bloggers", pudo ser una de ellas. Se trataba de personas que utilizan las herramientas porque existen las herramientas. Ya después verían qué hacer con ellas. Como ocurre ahora con otras modas”. Intuyo que Casciari quiere volver a la elite a la que pertenece y ejercer desde ahí su papel bloguero, el resto es una convencional paja mental.
Otra cita para recordar: “El siglo veinte era maravilloso: no importaba dónde escribieras, ni en qué soporte; siempre serías un escritor”. Pregunto, ¿Habrá cambiado de contexto y sentido la palabra “escritor” en el umbral del XXI? Parece que nací ayer y hoy me siento viejo.
En el climax de rebeldía, Casciari grita: “Años enteros, quemándome las pestañas para ser un escritor, o por lo menos un cronista de mi tiempo, un observador de la realidad que redacta cuentos en la bohemia de la noche; y a la mitad de ese camino maravilloso viene alguien y me pone en el lomo una etiqueta absurda que, hace ya cinco años, estoy intentando despegarme de la espalda”.
Si alguien murió o quedó enterrado para siempre es el mito de Casciari, como el mismo reniega de su fama y fortuna.
Al final Casciari revisa la historia del blog describiendo: “Los blogueros ya no eran revolucionarios, sino fenómenos. Lo decía la prensa. Y entonces el blog, esa palabra tan espantosa, comenzaba felizmente a morir junto a su incesante ejército de blogueros”.
Si revisamos las etapas del blog como la “revolución” por ejemplo, está claro que al momento de escribir cualquier pelotudez no necesitamos editores ni censuradores, decimos lo que nos da la puta gana sin importar cuánto afectamos al entorno, quizás la “mass media” sea la única víctima de esta revolución. En cuanto al “fenómeno geek”, dichos gurues digitales delimitaron el alcance de una simple herramienta cuyo lingo me costaba entender.
Asistamos pues a la muerte del blog, víctima de un asediado Casciari. Seamos cómplices, jueces y testigos. Sin penas, sin remordimientos. La única verdad absoluta que dijo alguna vez el argentino es que los blogueros no vamos al cielo [6].
[1] Dicotomía entre la inmediatez del mensaje y su posterior lectura.
[2] http://orsai.es/2008/11/una_charla_sobre_la_muerte_de_los_blogs.php
[3]http://angelcaido666x.blogspot.com/2009/03/fernando-luna-pizarro-explica-antenas.html
[4] [6] http://orsai.es/2005/06/los_bloggers_muertos_no_van_al_cielo.php
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