lunes, 8 de junio de 2009

ALDEA LOCAL 2.0




David Mamani Cartagena



Me pidieron comentar o reseñar el “Futuro no es nuestro” y al terminar de leer la antología, la desidia pudo más, así que me suscribo a las palabras del autor Diego Trelles, publicadas en el mismo prólogo del libro. Criterios propios coincidieron con los del escritor citado y así lo harán con el lector (1).

Reiterar detalles como la edad (sub 40 todos los autores), procedencia de distintas latitudes de Latinoamérica, 20 nuevas voces entre hombres y mujeres. Temáticas varias como la pobreza, la violencia, la pedofilia, el terrorismo, el racismo, la migración, las drogas, etc; características comunes y hasta estereotipos para los habitantes de estas tierras cuyo ardid histórico o condena es la otrora colonia española. Posteriormente figuraría la resistencia imperialista y es aquí donde se nota un renacer de la literatura regional, tomando en cuenta la mitad del siglo XX, la generación del realismo mágico, Mcondo y la actual clase joven que vive el presente y rechaza el futuro, perpetuándose en esta nueva estética narrativa.

Si bien la antología cumple con la variopinta oferta geográfica de autores, supone considerar un circuito de premiados y galardonados, algunos becados que prosiguieron estudios (maestrías y doctorados en literatura hispanoamericana) en el norte del continente.

Relegando a un plano subjetivo el nuevo estilo, llama la atención el soporte inicial con el cual fue publicado el compilado. Pie de Página, revista virtual e impresa con sede en Colombia, publicó en su mismo sitio 63 historias de 16 países, quedando en la versión impresa 20 historias de 14 países. En el prólogo de la versión on-line, Trelles anunciaba la primera edición de la obra en Argentina. El sello Rústica de la Librería Eterna Cadencia cumplió el cometido a principios del presente año. Motivado por el suceso, Trelles invitó a otras editoriales de la región a acompañar la iniciativa, sumándose La Hoguera en Bolivia.



Portada de la edición on-line



Retomando el sentido objetivo y dejando de lado la calidad de los textos (tarea del lector), quiero resaltar la tarea curatorial si vale el término, un efecto residual que ocupó a Trelles al seleccionar los autores, “proyecto bipartito” como lo define él, mediante dos soportes: digital e impreso, ya que las historias contadas difieren en ambos formatos. Por ejemplo, el cuento de la compatriota Giovanna Rivero en el sitio piedepagina.com es “Sangre dulce”, mientras que en el libro figura “Camas gemelas”.

La edición digital es ponderable por el libre acceso a la lectura de esta emergente camada de autores y quizá habría sido pertinente concebirla como una herramienta de la web 2.0. La posibilidad de emitir comentarios por parte del lector para enriquecer la relación con los escritores. Una tarea pendiente como sugerencia.

En el marco de esta democratización, destaca también como una alternativa, la rápida publicación de textos sin esperar la venia de los grandes emporios de las letras. Este e-book construido al revés, es decir, primero la versión en la red y luego el libro, se concibe como algo inimaginable en otros tiempos.

Otro punto a favor, es el llamado de Trelles hacia el resto de la comunidad literaria, con la finalidad de multiplicar las ediciones en los respectivos países, tarea que la web realiza efectivamente por la inmediatez de la comunicación.


Portada edición impresa. Ed. Eterna Cadencia



En una entrevista publicada en el periódico colombiano el tiempo.com (2), la presidenta de la Unión Internacional de Editores (UIE), la argentina Ana María Cabanella, sostuvo: “La edición electrónica en Latinoamérica no está llevada adelante por los editores”. Entre otras declaraciones afirmó: “Nuestros objetivos siempre fueron la libre circulación de los libros, la protección del derecho de autor y la promoción de la lectura. A ese objetivo se le añadió la libertad de publicación”, explicó.

“El futuro no es nuestro” parece inaugurar esta suerte de iniciativa por parte de Trelles, ejerciendo la libertad de fomentar nuevas sensibilidades escritas para ser leídas. Una premisa de una generación inconforme que definitivamente no espera nada del futuro.



(1)

El prólogo de la versión impresa ofrece un breve esbozo de cada uno de los 20 cuentos descrito por Trelles en cuanto al estilo y narrativa de los seleccionados, y no así en la versión digital. Adjunto a ésta, Naief Yehya (México, DF, 1963), narrador y crítico cultural, ofrece un texto introductorio titulado “Dinamitar la propiedad ajena”.

http://www.piedepagina.com/redux/04/08/2008/el-futuro-no-es-nuestro-2/
http://www.piedepagina.com/redux/04/08/2008/dinamitar-la-propiedad-ajena/


(2)

(El tiempo.com, (2008), “Mercado editorial latinoamericano no invierte en ediciones electrónicas”, [en línea], disponible en: http://www.eltiempo.com/cultura/libros/noticias/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-3978482.html, recuperado: 07 de marzo de 2008)

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