jueves, 19 de noviembre de 2009

FABIAN CASAS, UNA BIBLIOGRAFIA URGENTE Y AUSENTE


David Mamani Cartagena


A Fabián Casas lo conozco por la web, personalmente no. La primera vez que supe de su existencia fue en una entrevista que concedió al blog literario El Cuervo. Me interesaron sus respuestas como su obra, la que nunca leí, carencia infame de todas las librerías de este pueblo. A las semanas llegó a Santa Cruz invitado a la Feria Internacional del Libro del presente año, por gestiones del Centro Simón I. Patiño. Durante la presentación de un ninguneado libro de crónicas de no ficción en el marco del evento literario, Casas estuvo presente entre el público, pasó desapercibido. Estaba sentado al lado de Alvaro Bisama, escritor chileno, otro invitado a la cita. A cuatro metros de distancia y a minutos que concluya el acto, pensaba acercarme a conocerlo. Desistí. Días después estaría dictando una magistral charla en la misma Feria, encuentro al que tampoco pude asistir.
Volví a encontrarme con su palabra, con sus textos. Aquellos que marcaron una obsesión frenética de búsqueda permanente en internet ante la carencia citada.
Aproveché este espacio virtual para entrevistarlo, preguntarle sobre sus diversas facetas (periodista, narrador, ensayista, poeta), conocer su opinión sobre la crítica hacia su obra, inducirlo a publicar sus obras en una editorial nacional, etc.
De 20 preguntas formuladas, Casas se excusó de dos. He aquí la palabra tácita del habitante de Boedo.
¿La frase de Tolstoi "escribe sobre tu aldea y escribirás sobre el mundo entero" podría remitirnos a tu narrativa, a la construcción de ese universo como es tu barrio, Boedo (Buenos Aires)?
FC: Escribo sobre Boedo porque no tengo imaginación para construir la Tierra Media de Tolkien. Siempre trabajo, como Keiser Soze, con el material precario que tengo a mano.
En una entrevista que te hicieron, leí un consejo que te dio un poeta, sobre los escritores, "que es mejor leerlos que conocerlos", ¿te sucedió alguna vez, encontrarte con un lector de tu obra o a vos como lector de otro escritor? Describe ese momento.
FC: Yo soy lector, después, a veces, escritor. Me encontré con muchos escritores que admiro y algunos me han ayudado mucho, como Ricardo Piglia y Quique Fogwill.
Entre tus oficios como ensayista, periodista, poeta, narrador, ¿cuál es el mejor lugar para ejercer la palabra escrita?
FC: No pienso en oficios cuando escribo, ya que me gusta abandonarme para escuchar la voz extraña que es lo contrario de un oficio, es la incertidumbre total.


Comenta sobre tus inicios en la revista 18 Whiskys, ¿cuántos de esos autores siguen escribiendo, podrías citarlos?
FC: Todos siguen escribiendo; Daniel Durand, José Villa, Darío Rojo, Laura Wittner, Sergio Raimondi.
A colación te comento que el número 2 es maldito, en el sentido de las publicaciones. Yo tenía una y apenas llegué a esa cantidad de ediciones. En tu caso fue una coincidencia o ¿qué circunstancias hicieron desaparecer tu revista?
FC: Creo que el paso del tiempo y los conflictos de intereses, las revistas literarias y las parejas, duran casi siempre dos números.
San Lorenzo (equipo de fútbol) es una constante en tu vida, ¿El fútbol supone una ficción en la realidad?
FC: Sí, el fútbol es una ficción en la realidad. Exacto.
José Luis Mangieri hablaba sobre tu obra Tuca, haciendo referencia al dolor, a la pérdida, una generación de la guerra de las Malvinas, ¿coincide con tu percepción? ¿Te consideras un hijo de la guerra?
FC: Soy un hijo de la dictadura militar.
¿A qué edad sentiste “la voz extraña” que llamaba a escribir?
FC: A los once años escribí mi primer relato.
Terranova comentaba sobre la portada de tu libro Los Lemmings, el niño descalzo con la remera a rayas, mirando el Winco (reproductor de música) y el empapelado al fondo. ¿Son fetiches de tu vida?
FC: No, son imágenes que buscó mi mujer para ilustrar el libro y a mí me parecieron muy buenas.
Terranova también cita una cronología como estructura narrativa en los Lemmings, del aula al bar, del potrero al estadio. ¿Cuál es tu percepción?
FC: Los Lemmings es un mapa de una educación sentimental.


¿Se podría considerar a Ocio como tu novela autobiográfica, sobre todo por el cuento "Los veteranos del pánico?
FC: Creo que sí.
En otra entrevista enunciabas tu rechazo a los estereotipos, a la "argentinidad". ¿Constituye un mea culpa a ese chauvinismo fútil que es característico de los argentinos?
FC: No sé qué es característico de los argentinos. No me gusta la idea de país, es algo retrógrado en cualquier parte.
El gordismo, otro tema de tus ensayos, ¿supone un estilo de vida en Argentina, símil del cholulismo, la ídolo - dependencia?
FC: La ídolo dependencia es un karma mundial.
Comenta algo sobre tu faceta de escritor de líricas para PEZ, tu relación con la banda, al margen de tu actividad paralela en la radio con el programa Mal Elemento.
FC: Soy muy amigo de Ariel Minimal y me parece un genio. Con lo cual fue un privilegio escribir con él. Y en Mal Elemento me divertí haciendo radio.
Hablando de música y literatura, ¿quienes figuran entre tus preferidos?
FC: The Who, The Beatles, Spinetta, Vonneghut, Celine, Gustavo Ferreyra, Pedro Mairal.
¿Reconoces alguna influencia de tu obra en las generaciones actuales?
FC: No.
¿Cuándo sale tu próxima obra titulada Titanes del coco?
FC: Tengo un texto largo que va al tuntún. Ojalá lo termine pronto. Pero creo que va para largo.
Finalmente dos preguntas. La primera, ¿estarías interesado en publicar tus obras en una editorial cartonera de Bolivia? La segunda, confirma o desmiente lo que leí en una biopic tuya, que viajaste por Sudamérica, huyendo de tu matrimonio.
FC: Uno: sería un honor. Dos: no es verdad, es una biografía falsa que alguien subió a la web.
PERFIL
Fabián Casas (Buenos Aires, 1965), poeta, narrador, ensayista y periodista, es una de las figuras destacadas de la llamada «generación del '90» en la Argentina. Estudió Filosofía y comenzó a trabajar como periodista en el diario Clarín, a comienzos de los '90. Fue también editor del diario deportivo Olé. Se desempeñó en la revista deportiva El Gráfico y luego pasó a ser subeditor general y editor general del semanario El Federal.
Su carrera literaria se inició también a comienzos de la última década del siglo XX, con la fundación de la revista de poesía 18 Whiskys, junto con otros poetas de su generación, como José Villa, Daniel Durand, Darío Rojo, Ezequiel Alemián, Mario Varela y Eduardo Ainbinder. La publicación editó sólo dos números, pero tuvo amplia repercusión en el ambiente literario de la capital de la Argentina. Para la misma época, publicó "Tuca", su primer poemario, que fue señalado como emblema de una corriente objetivista. Algunos de sus escritos en blogs forman parte de su libro "Ensayos bonsái", junto con textos de mayor aliento. En 1998 participó del Programa Internacional de Escritores de la Ciudad de Iowa, EE.UU. En 2007 recibió en Alemania el Premio Anna Seghers.
Obras
* Otoño, poemas de desintoxicación y tristeza (poesía, 1988)
* Tuca (poesía, 1990)
* El salmón (poesía, 1996)
* Pogo (poesía, 1999)
* Ocio (novela, 2000)
* Bueno, eso es todo (poesía, 2001)
* Oda (poesía, 2003)
* El spleen de Boedo (poesía, 2004)
* Los Lemmings (relatos, 2005)
* Ensayos bonsái (ensayos, 2007)
Fuente: Wikipedia

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Casas ha influido enormemente en las generaciones actuales, por ejemplo en el buen poeta cordobés luciano lamberti. Pero casas en su pose de modesto no puede decirlo. Lo decimos nosotros: Paté y Alfredito.

Arte No Existe dijo...

Gracias por el comentario, asumo que conocen personalmente a Casas, pues no he tenido oportunidad de leer generaciones sucesoras de Casas, salvo contemporáneos como Terranova, Garcés, Coelho, etc, sin embargo les doy la razón, sin refutaciones, un abrazo.

Anónimo dijo...
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