miércoles, 26 de septiembre de 2007

BUSCANDO A PIRAI VACA

ENTRE LA INTROSPECCIÓN DEL SER HUMANO Y EL ARTISTA

Por David Mamani Cartagena


Foto: Pablo Manzoni


A dos años de la edición de su último disco de estudio titulado “Aires Indios” y luego de emprender parte de su gira nacional promocionando su nuevo DVD “CONCIERTO”, el artista relata a su manera los detalles de su carrera, los estudios académicos, la interpretación; analiza retrospectivamente su discografía.

El artista continúa con una búsqueda espiritual que le permita desarrollar su arte: la música. Ha renacido como ser humano experimentando la dicha de ser padre por primera vez.

La cita estaba marcada una semana antes de su realización. Una llamada telefónica para obtener la venia del artista, quien con mucha complacencia acepta y aclara que no necesita recordatorio, porque reside paralelamente en el país teutón donde la puntualidad es regla.

Llega el día, hora y lugar indicado. Martes 4 de septiembre, 12:00 del medio día, barrio Equipetrol de la ciudad de Santa Cruz. Preguntamos por el artista, quien nos recibe en la comodidad de su casa. Antes nos presenta a su pequeña hija Casiopea, quien juega en las faldas de su tío Claudio; cuya fisonomía es un retrato de su señor padre, el muralista Lorgio Vaca.

El artista elige el ambiente indicado para desarrollar la entrevista. Su estudio temporal, un lugar íntimo donde está conectado al mundo a través de su computadora portátil, acompañado también de su guitarra, partituras y discos compactos.

Me siento intimidado ante la presencia del artista, aclarándole la síntesis de mis curiosidades. No hacía falta. Cuando el artista habla, gesticula las palabras; primero con la mente y luego con la boca. Realiza pausas para hablar, retrocede, aclara, corrige. Que no haya dudas de sus afirmaciones. Ante el temor de extenderme, dejo que sea el mismo quien decida cuando terminar la cita, disfrutando la espontaneidad del momento.


Tu aprendizaje académico se ha desarrollado en cinco países. Bolivia, Argentina, Cuba, EEUU y Alemania. ¿Cómo se podría resumir esta etapa de tu vida?

-Empecé en Bellas Artes en el ’77, con diez años de edad. Fui alumno fundador. Tuve la suerte de que justo en ese momento se creara un centro así donde pudiera estudiar más seriamente. Entonces ahí empecé y a los tres, cuatro años de estar estudiando parece que tenía ciertas habilidades para la música. Creo que mi personalidad se fue desarrollando gracias a la música, gracias a la guitarra. Fue así que nunca me cupo la duda de qué iba a ser yo. Es más quería dejar el colegio a los 15 años y dedicarme de lleno a la guitarra. Porque el colegio nos mandaba a clases por la mañana, por la tarde, entonces no me dejaba tiempo para lo que era más importante, estudiar guitarra. En general creo que el colegio deja poco tiempo para lo más importante, no solo en mi caso. Luego me fui a la Argentina, viví un año en Argentina. Me fui a un colegio con la clara idea de que iba a estudiar ocho horas al día.

¿Cuánto tiempo estudiaste en Bellas Artes?

-En Bellas Artes estuve desde el ’77 hasta el ’85, hasta que salí bachiller. Ocho años. De la mano del profesor Luis Valdés hice lo que fue mi primera gira nacional el año ’85. Fue algo que me marcó, lo cual sería la inspiración para que en el año ’90 empezara yo a hacer mi propia gira promocional después de que ganara mi primer Premio Internacional en La Habana, Cuba, el año ’90. Aquí se publicitó en cierta media y sirvió entonces para que empezara hacer mis propias giras.

Entonces me fui a la Argentina y empecé a estudiar ocho horas al día. De pronto era el mejor, pero no porque yo era muy bueno si no por que los otros eran aficionados. El estudio de la música en Argentina estaba dedicado como un pasatiempo no como algo profesional. Eso me debilitó en mi disciplina y bajé hasta cuatro horas de estudio para ser el mejor de los mediocres. No me gustó eso y por eso me fui a Cuba a estudiar.

En realidad tenía que ir primero a Alemania a hacer el examen de ingreso para estudiar. El lunes era el examen en Alemania. Mi única opción era viajar el sábado para llegar directamente a dar el examen, y este es un capítulo que caracteriza mi vida. No sé si por suerte o por desgracia pero así es. Hasta el día viernes ni siquiera tenía la visa para ir a Alemania al día siguiente. El día sábado no solo me llegó la visa, me llegó además el beneplácito de la Embajada de Cuba de una beca para estudiar en La Habana. De no tener absolutamente nada el viernes de pronto tenía todo el sábado. Y es así. Mi vida está marcada en muchos casos por los extremos. Cuando las cosas me llevan al límite de lo aguantable, de las posibilidades y después maravillosamente de alguna manera se multiplican las opciones. Lo que parecía un callejón sin salida de pronto se convierte en varias opciones.

Entonces me fui a Alemania porque tenía todo, hasta mi pasaje, di el examen de ingreso allá, aprobé no solo para el idioma, pero decidí irme nomás a Cuba porque ahí tenía una beca. Estudié siete años. Luego me fui a EEUU donde tuve la suerte de estudiar con uno de mis más grandes ídolos, Manuel Barrueco, uno de los grandes guitarristas del mundo con quien tuve acceso en los EEUU. De ahí me fui a Alemania a estudiar con otro grande como es Hubert Kappel. He tenido la suerte de estudiar con estos grandes maestros que admiro muchísimo. Lo interesante ha sido también aprender de cada continente y de cada maestro una aproximación distinta a la música. Cuba, EEUU, Alemania, tres lugares tan disímiles.

Foto: Max Torranzos

¿Cómo interpretas la obra de artistas autodidactas, en el caso de Alfredo Domínguez por ejemplo (ausencia de partituras); o cómo planteas nuevas versiones o arreglos de autores cuyas obras son ajenas a la guitarra?

-Ese es un tema interesante del cual solo he aprendido con los años. “Aires Indios” que es mi disco de solo música boliviana, es el resultado de muchos años de trabajo y de comprensión de la naturaleza de la guitarra. En un principio cuando uno toma una obra de piano para transcribirla a la guitarra por ejemplo, lo que todos queremos es meter la mayor cantidad de notas posibles, hacerlo igualito como el piano, lo cual es la primera fase del aprendizaje por la que todos pasamos. Entonces, de pronto esa obra es posible que suene bien por la cantidad de notas, pero un arreglo para guitarra de una obra solo se justifica si es igual de buena o mejor. Sino no hace falta hacerla.

Después viene la segunda etapa en la que uno se da cuenta de que es necesario de que suene bien en la guitarra, aunque no lleve todas las notas originales.

La tercera etapa es aquella en la que vos nuevamente te preocupás por la sonoridad de la guitarra. Te preocupás de la expresión más que de las notas mismas que tenés que transcribir. Por supuesto que esto no se aplica a todas las épocas. Con Bach no podés andar haciendo mucho esas gracias. Porque hay cada nota que es indispensable.

Hay otra música en la que no necesariamente cada nota es indispensable y no por eso es menos, sino que es distinta. Entonces necesitas muchos años para comprender en qué consiste eso. Yo creo que por ejemplo “Aires Indios” de Eduardo Caba suena mejor en la guitarra que en el piano. Tantos años de trabajo, de cambios, he cambiado cien mil veces esas canciones hasta como están en el disco. Incluso después del disco sigo cambiando algunas cosas. Recién he aprendido a hacer que cualquier cosa que yo toque en la guitarra suene de verdad, no solo que suene sino que tenga una capacidad expresiva que es lo más importante. No importa que las notas no sean las mismas. Muchas veces hay grandes pasajes que debo realmente cambiar o eliminar para que suenen bien. Así funciona esto de las versiones de otra música, de otros instrumentos para la guitarra.

En el caso de Domínguez, yo por suerte contaba con algunas transcripciones de Fernando Arduz, lo cual no significa que no hubiera sacado cosas al oído. Antes he sacado muchas cosas al oído como Cacho Tirado y Eduardo Falú, me encantan, cosas que tocaba antes que ya me he olvidao porque no las escribí. Yo sacaba muchas canciones de Silvio Rodríguez también. Me gustaba sacarlas pero igualingas. Pero este último tiempo he tenido la suerte de contar con las partituras que necesito.

Domínguez es un caso específico en este disco “Aires Indios”. Vos oís a Domínguez y tiene piezas de un minuto y pico que estaban de acuerdo a las capacidades técnicas de él. Las versiones que he creado sobre Domínguez son muy particulares. No son transcripciones como tales, son mi versión sobre su obra. Una pieza de un minuto y medio yo la hice para tres. He cambiado la estructura, he inventado nuevas secciones. En este caso los cambios han sido al 50 % de la pieza compuesto por mi persona.

A lo largo de tu discografía has interpretado diversos géneros. Desde el barroco, pasando por la música clásica y finalmente la música contemporánea boliviana. ¿Cuál es la dificultad que conlleva el plasmar musicalmente cada uno de estos géneros?

-Yo creo que las personas tienen siempre una facilidad especial para tocar un estilo que concuerda con su personalidad. En mi caso personal ha sido siempre un motivo de trabajo y de alegría meterme en cosas extremas en la música. Creo que esa diversificación hace que un músico se desarrolle.

Para tocar Bach tenés que desarrollar una cierta introspección de mesura, es decir ser relativamente medido. Para tocar el romanticismo necesitás una exhuberancia y una extroversión que no son características barrocas. Entonces hay que desarrollar todos esos aspectos tan distintos. Me llama la atención la capacidad de poder ser sublime y vulgar también. Yo perseguiría la capacidad de poder asimilar y expresar cosas tan extremas. Para mí en eso consiste el estudio de cada época específica y el placer que te produce también cada época específica. De todas las épocas, la que a mí menos me ha gustado o me ha llamado la atención para interpretar es la música clásica, Mozart, Beethoven. Pero mira vos cómo ahora en estos últimos dos, tres años, estoy pensando hacer un disco solamente de esta etapa. Por eso te digo que según tu personalidad, según tu desarrollo personal es una asimilación hacia una u otra época de la música. Estos últimos años estoy buscando más bien un equilibrio, estoy buscando zafarme de los extremos que siempre me han caracterizado, estoy hablando de mi persona. Me he dado cuenta de que para que pueda pasar a la siguiente etapa necesito anular los extremos que tanto me rigen como músico y a nivel personal. Necesito concentrar, centrar ambas cosas para poder pasar a mi siguiente etapa como músico. Mira vos curiosamente, si vieras mi discoteca, la etapa que más tengo es la clásica. Acabo de hacer un arreglo para guitarra de un cuarteto de Mozart.

Entonces si es que realmente sos sincero, si tu personalidad se está expresando a través de distintos tipos de música, estás aprendiendo lo que cada tipo de música te ofrece. Desde música clásica hasta el rock pesado. Mira otro ejemplo. A mí me gustaba hacer siempre mi gimnasia con ACDC y Iron Maiden. Me sigue gustando. Pero ahora, por alguna razón hago mi gimnasia con un tipo de música más bien que me induce a un estado interno, más que ACDC o Iron Maiden que te inducen a un estado externo. Por eso digo, todo depende de tu desarrollo personal.

La portada del DVD Concierto. Foto: Enrique Menacho


¿Cuánto influye una formación autodidacta y una formación académica a un artista?

(Pausa larga) Una formación autodidacta tiene muchas ventajas. Yo pienso que el colegio como la universidad son entidades de doble filo. Un tema muy candente (piensa).

El colegio junto a la universidad y tanto como la sociedad se reproducen en un sistema mecánico, en un sistema demasiado concreto, demasiado racional, demasiado autónoma. Ese sistema hace que nos olvidemos de quienes somos. Ese sistema hace que no oigamos nuestras voces internas. Ese sistema hace que el sistema cuántico, la física cuántica, no sea algo ni siquiera pensable. Mientras nuestras actividades las aprendemos con un sistema mecánico de las cosas.

Una persona autodidacta puede tener una visión más cuántica del mundo. Por física cuántica me refiero a que 1+1 ya no es 2. Por física cuántica me refiero a que existe tanto este mundo concreto como uno invisible. Un mundo visible como un mundo invisible que está más allá del átomo. Entonces si nosotros tenemos esto que es 99 % de la materia dura (golpea un mueble), que para nosotros es duro, está vacía. Eso ya no es una especulación. Eso nos abre una puerta hacia otras realidades porque nosotros no podemos percibir con los cinco sentidos.

En el colegio, en lo que nosotros creemos es en los cinco sentidos, en la lógica y en el raciocinio. Mientras que en el sistema cuántico confiamos en la intuición. La intuición comprende tanto el mundo visible como el mundo invisible. Mientras que el sistema mecánico nos reduce la visión de seres humanos. En ese sentido ser autodidacta tiene muchas ventajas, despierta otro tipo de creatividad. No estamos constreñidos por la idea que uno tenga del colegio o la universidad.

Nacemos, luego al colegio y la universidad, trabajamos y producimos para que ese sistema se constituya. En gran parte la debacle humana de esta época está causada por ese sistema. Crecemos con esa idea de que nadie se imagina no hacer otra cosa que ir al colegio y la universidad, trabajar. Pero eso responde solamente a un sistema el cual nos han metido, nos han encasillado desde la revolución industrial en el siglo XIX. Antes la vida era muy distinta, tenía otras prioridades. Es un tema muy candente, hay que tener cuidado con el uso de las palabras (aclara).

¿En el sentido musical?

En el sentido de la música hay dos puntos. En nuestro medio y en el campo de la música estos dos puntos son una condición para lo que te voy a decir. Uno: ser autodidacta es (larga pausa) asumir una actitud errónea y despreciar los años de experiencia de una persona que te pueda ahorrar años de trabajo a vos. Específicamente entre Bolivia y la música clásica. Por eso hay que ser muy cuidadoso. Porque en nuestro país, autodidacta…loco, falto de disciplina, falto de cultura. No solo hablo de música, en muchos casos.

Tenés el ejemplo de Lorgio Vaca que fue un artista autodidacta pero a conciencia. Es un caso especial.

En nuestro caso específico (pausa) digámoslo así: yo he pagado por una clase con Manuel Barrueco, de 60 minutos, 250 dólares. Una sola hora de clases. Una locura se puede pensar. Pero en nuestro medio no se tiene esa noción de que se puede pagar 250 dólares por una hora de clase. Pero lo que aprendo con él puede cambiar mi vida. Como que la cambió. La gente aquí no tiene la costumbre de pagar el valor de ciertas cosas. De ahí que viene mi arrogancia de pensar lo que yo puedo ser. La gente no tiene idea de cómo uno puede ahorrarse años de trabajo con alguien que sabe. Desde ese punto de vista, me hubiera costado años llegar más lejos. No sabría como explicarlo mejor (silencio absoluto).

Realizando una retrospectiva de tu obra, comenta un poco sobre la grabación de cada uno de tus discos: Guitarra Clásica, Yoruba Chants y Aires Indios.

- “Guitarra clásica” es un disco en que se juntó todo el programa que estaba tocando en ese momento. Fue el primer disco que grabamos en Exaudi (Rodrigo Zamorano).

“Yoruba Chants” es un disco con el mismo repertorio que el anterior pero saqué algunas piezas que no me gustaban. Entonces es un disco más sólido, con un nuevo diseño. Todavía me gusta. Nueve años después llega “Aires Indios”. No me sentía preparado, por eso tardé tanto. Quería encontrar los medios para hacerlo, medios técnicos, profesionales. Ese me disco me costó tanto, pero tanto emocionalmente que no lo podía oír. Pasaron seis meses, seguía nervioso y no lo podía oír. Tanto fue la cosa que estuve con colegas, maestros, no se los di tampoco. Incluso a Kappel, a Barrueco, no se los di. Pero hace unos meses lo oí. Tuvieron que pasar dos años. Esta vez se los di a todingos mis colegas que los encuentro en festivales internacionales. Entonces bien me parece “Aires Indios” ahora. Sin embargo el DVD “Concierto” que va a salir pronto, es algo que amé desde el principio y que oía por placer.

Mirá cómo las casualidades existen. Mira la tapa (indica la imagen que acompaña el afiche que promociona su gira, Piraí con los brazos extendidos). Es como que esté diciendo “Caramba hombre¡ al fin algo que esté más o menos bien”. Con esto me refiero a que para este DVD esa foto coincidió con ese momento.

Esa foto fue sacada por Enrique Menacho hace unos dos o tres años atrás. Yo trabajo con Matías Marchiori (diseñador) y básicamente con dos fotógrafos, con Enrique Menacho y Pablo Manzoni. En otras épocas he trabajado con Max Torranzos. Fíjate vos con Matías, a pesar de que hablamos horas, tanto él como los fotógrafos intuyéramos, como si el universo influyera de tal manera que esa foto exista junto con la sensación de que al fin estoy diciendo algo que me satisface un poco más.



Foto: Pablo Manzoni



Años atrás Pablo Manzoni me sacó una foto donde estaba así (junta las manos, posición de saludo oriental). En ese momento no tenía la más mínima idea de qué iba a pasar por mi cabeza. Dos años después, mira exactamente es la imagen de mi estado personal, actual, de agradecimiento, de introspección, de mi etapa en la China. Es como si un año, dos años, tres años después coincidiera con esta etapa de equilibrio a la quiero tender ahora.

Es bien interesante como este mundo invisible, porque somos parte del mundo invisible, funciona y determina las cosas que van a pasar.

Al presente estás promocionando tu nuevo trabajo, el DVD CONCIERTO.

-El DVD lleva el nombre de “CONCIERTO” porque es el programa que usualmente toco en un concierto. Este DVD sintetiza todas las giras, tangos, música popular, música turca, clásica, cosas que ha gustado a la gente a través de los años. El vídeo fue filmado por DIAKONIA y grabado por Exaudi de Rodrigo Zamorano el año 2006. Excelentes condiciones, acústicas e imagen. Es un vídeo extenso, casi tres horas, editado en tres idiomas e incluye un homenaje a Lorgio Vaca, una entrevista y fotos de su obra.

¿En qué quedó el proyecto del DVD Nuestra música?

Ese DVD nunca llegué a editarlo, no me satisfacía. Fue producido por ATB, incluía una entrevista que me hizo Carlos Valverde. Al final solo se pasó por la televisión. Pero no creo haber tocado bien, por eso no lo saqué. Ese vídeo fue grabado el 2003.


El artista durante su estadía en China



En una de las citas expuestas en tu página oficial, hablabas del “cumplimiento de parte de tu persona con la música, con el país, con tu público”. ¿En qué consiste esa “búsqueda espiritual” por la que atraviesas ahora según tus palabras?

- Estuve en la China tres meses. No encontré lo que buscaba porque en tres meses no se pueden cambiar muchas cosas. Dos meses antes de ir a China, porque teníamos planeado permanecer allá tres o cuatro años, María Fe (esposa) quedó embarazada. Gran sorpresa. Un sueño. A pesar de eso, fuimos. Sentimos que Casiopea, así se llama nuestra hija, es el nombre de una galaxia; vino en ese preciso momento a acompañarnos. María Fe estuvo embarazada toda esa etapa en China. Sin embargo es muy poco tiempo. Tres, cuatro años es lo mínimo que debes entrenar para realmente ver un buen resultado. Por la bebé en determinado momento decidimos regresar. Eso lo hemos dejado para después.

Muchas veces la vida te da, no lo que vos querés, sino lo que vos necesitás experimentar. La vida es mucho más sabia. Las casualidades existen. Entonces llegó Casiopea y tuvimos que volver ahora. Quizá lo que deseábamos nosotros está después de esta etapa. Casiopea está ahí porque ha venido para decirnos algo, estamos tratando de comprender. Esa es nuestra etapa actual. El tener una hija es algo extraordinario. A mí la verdad los niños no me causaban mucha gracia. Pero ahora que tengo una hija, he descubierto otro tipo de amor que yo desconocía. Es algo indescriptible.


Siguiendo el estado natural del momento terminó la entrevista. Al final me despedí del artista. Ahí quedó la mística de sus palabras, como queda la mística de su música cuando termina un concierto. Ese es Piraí Vaca.


Para mayor información de la gira de Piraí Vaca 2007, biografía, discografía y otros proyectos, visitar la página web:
www.piraivaca.com

E-mail:
pirai@piraivaca.com

2 comentarios:

E dijo...

Y bueno David sigo esperando tus ejemplares de cultura para poder venderlas en la libre. ¿Cuando te apareces por allá?
Saludos y felicitaciones por tu trabajo.

David Mamani Cartagena dijo...

e: mucho gusto pero si me dieras más referencias tuyas sería más fácil que me acuerde de vos, por si acaso la revista es gratuita, hemos agotado nuestras ediciones 0 y 1, la número dos sale en octubre, te aviso con tiempo pero por favor dame tu nombre completo, un abrazo.