viernes, 16 de octubre de 2009

SEMIÓTICA DEL COLOR

(DEL DISCURSO NARRATIVO EN ROJO, AMARILLO, VERDE)


David Mamani Cartagena





Rojo, amarillo, verde es la aproximación subjetiva más acertada con la cual se ha venido narrando acerca de la bolivianidad al presente. Esa subjetividad que carece de frivolidad como las últimas producciones nacionales que aprecié (Sena Quina, Quién mató a la llamita blanca) y que también hacen referencia a esa bolivianidad enmarcada en este nuevo paradigma antropológico (acaso ardid demagógico) como es la diversidad en unidad de este país.

Es la primera vez que una película nacional comparte los créditos en cuanto a la dirección. Martín Boulocq, Sergio Bastani y Rodrigio Bellot, bolivianos; (Boulocq nació en Cochabamba, Bellot en Santa Cruz, Bastani nació en EEUU, de ascendencia boliviana) recrean a la “madre patria”, hilando tres historias y utilizan esta metáfora como aquel sentimiento inconsciente e inocuo de pertenencia a este suelo que podría ser cualquiera en el mundo.

Bajo el precepto simple de “Una madre que enfrenta la muerte, un niño que se ha perdido de casa y un joven que desea tener una madre”; Rojo, Amarillo, Verde es una producción donde converge lo cotidiano de los bolivianos en su espacio íntimo, aquel intersticio invisible como podría ser su miseria humana (referido al dolor, la pérdida, el llanto, etc).

¿Cuán miserables somos los bolivianos? No existen parámetros de rigor para calificar aquella dimensión introspectiva con la cual lidia cada uno de los personajes. En Rojo, segmento de 25 minutos y filmado por Boulocq, una pareja joven de casados vive las últimas horas de uno de los conyugues. Pilar padece cáncer, le extirparon un pecho y quiere celebrar junto a su esposo y amigos, a pesar de vivir su tragedia. Rojo se basa en el cuento de Rodrigo Hasbún (La Historia de Pilar).

Amarillo, dirigida por Bastani y con 30 minutos de duración, emerge de la ficción del director quien escribió el relato “Historia de hormigas”, aquellos seres diminutos y de escaso protagonismo como son los niños. Un pequeño (llámese Amarillo), abandona su hogar por accidente para recorrer una realidad ajena, encontrando en el camino a un pastor que ha perdido una de sus vacas, quien luego yacería muerta, embestida por una camioneta.

Finalmente Verde de Bellot, es una pieza de 28 minutos que cuenta la vida de Julico, un joven campesino, huérfano y sin oficio, quien recurre a la ayuda de Benigno. Este lo acoge en su casa bajo el consentimiento de su madre, doña Felicia. Con la condición de ayudar al hogar, Julico trabaja en una hacienda ganadera compartiendo tareas con Benigno. Acusado de robo es desterrado del lugar, retomando su destino sin rumbo conocido. Claudia Peña, reconocida escritora cruceña, inspiró a Bellot al participar en Verde, rótulo homónimo de la historia.

En cuanto a Rojo y Amarillo, las historias apelan a la escasez de recursos narrativos, centrando su estructura en el sentido (significado) de las imágenes. Ambas piezas ofrecen escasos diálogos al espectador y en el caso de Rojo, se complementan con la voz en off de un narrador.

Una película de bajo presupuesto, minimalista en su contenido, destacando un equipo técnico como la Directora de Arte, Raquel Schwartz; la Directora de Sonido, Bernarda Villagómez, la musical original de Diego Boulocq como la Fotografía de Patricio Crooker.

Inevitable comparar. Hace unos meses vivimos aquel “zoom” de una devastada familia rica de La Paz, sumergida en su burbuja efímera. Otro intersticio. Al igual que Rojo, amarillo, verde; quizá ese sea el lugar de nuestra unidad en diversidad, la intimidad de nuestra miseria humana, solos ante el mundo.


Nota. A colación, después mirar el nefasto vivir del “Corazón de Jesús” de Marcos Loayza, de la jodida situación de esos changos en “Lo más bonito y mis mejores años” de Martín Boulocq, “Rojo, Amarillo, Verde” parece cerrar este orden sucesivo de producciones, como una suerte de manifiesto oscuro que da fe al presente artículo.

1 comentario:

VisualesVerdever dijo...

esta si es una mierda no entiendo el rol de bellot en el cine boliviano, una especie de "star" en un mundo nublado? na que ver...