viernes, 12 de marzo de 2010

APUNTES DE LA MUSICA COMO UNA LOGICA



Ensayo corto leído en el primer #juntetuiteromelomano (1)


Por David Mamani Cartagena (2)


Para Marcelo 'Cacho' Gala



Cuando escucho una canción me gusta pensar la abstracción como razón. Pensar en música como escucharla se asemeja a lo que nos llama a reunirnos hoy, colegas melómanos. La música nos permite pensar, escuchar y hablar de ella. 

Si me definiera como melómano pienso en la música como un bien común, de todos y para todos. Empero, prefiero no pensar y mejor hablar de música. Luego habrá tiempo para escuchar. 

Creo que el principio básico de la música es el sonido; e incluso antes el aire, el espacio o tiempo, un lugar, alguien, etc. No habría música si nadie la escucha en un momento y lugar determinado.

En ese sentido, concibo la música como el signo más avanzado de la comunicación humana así como el más primitivo de la misma. Si bien el primer sonido se enunció y se escuchó, no fue hasta su organización o adaptación a un sistema (pentagrama) lo que permitió su apreciación para un alcance masivo. Posteriormente el registro pudo más para este fin social (LP, cassette, CD, etc.)

Dicho registro permitió otorgar a la música un carácter moral y legal por cuanto se entendió la creación como propiedad intelectual. Según lo establecido por los expertos de esta materia (el derecho), la obra intelectual musical se compone de ritmo, melodía y letra. Obviaré las dos primeras y me remitiré a la lírica.

Marcelo Cohen, escritor argentino, dice que “los hechos puros –la vida, digamos- no tienen sentido. Es el relato, la organización que provee el trabajo de la narración lo que le otorga sentido a eso que pasa”.

Disculpen la simpleza de la afirmación prestada como su adaptación, pero es la mejor para definir la estructuración del lenguaje (sea escrito u oral) y en este caso válido para aproximarnos al sonido vocal en la música; la letra ergo la narración.

Retomando mi idea del principio, de escuchar una canción y pensar la abstracción como razón, nunca supe si la siguiente frase le perteneció al desaparecido Tanguito, pionero del rock argentino, precursor de la mítica Cueva de la calle Pueyrredón en Buenos Aires: “Si nadie me toca el alma, seguro que hoy moriré”.




¿Así habrá cantado Tanguito alguna vez en los años ‘60s? No lo sé. Lo que acaban de escuchar es una recreación, una canción titulada Tango Feroz de la banda sonora con título homónimo de la película. Hago referencia a recreación porque eso hacía el actor Fernan Mirás con la fonomímica de esta canción, cuando interpretaba la vida de Tanguito en dicho filme de 1994, dirigida por Marcelo Piñeyro (co-producción España – Argentina).

Para qué destilar más detalles. Reitero mi idea del principio y prefiero escuchar una canción para pensar. “Mejor no hablar de ciertas cosas” canta Luca Prodan, fallecido vocalista de Sumo. A veces es mejor pensar la muerte como el eco del sonido en vida. Alguien tiene que escuchar.





(1) Primera reunión informal de “tuiteros melómanos” residentes en Santa Cruz, Bolivia (11 de marzo de 2010); cuyo único objetivo es el confraternizar a través del amor a la música, su apreciación, estudio, catalogación, etc.

(2)Periodista cultural

Twitter: @mamanidavid

2 comentarios:

La Prit dijo...

Tu ensayo es admirable, se que yo no encontraria nunca las palabras correctas para explicarle a otra persona que tanto pienso que la musica es lo mas grande entre los seres humanos.
Mis palabras favoritas del ensayo son estas;
"En ese sentido, concibo la música como el signo más avanzado de la comunicación humana así como el más primitivo de la misma."

Saludos.

David Mamani Cartagena dijo...

Gracias por tu comentario. Diría que la sintesis del ensayo es la frase final: "A veces es mejor pensar la muerte como el eco del sonido en vida. Alguien tiene que escuchar". Saludos, cuidate y hasta el próximo #juntetuiteromelomano.