David Mamani Cartagena
The greatest movie ever sold (2011), es el ultimo documental de Morgan Spurlock. Hace unos años Super Size Me (2004, ópera prima de Spurlock) podía advertir su sensibilidad más que sentido del humor para criticar algunos aspectos de la vida contemporánea en EEUU.
Los hábitos de consumo condicionados y manipulados por la ansiedad, el miedo y el sexo de los seres humanos (los tres pilares fundamentales de la publicidad citados en el filme) convergen en The greatest movie ever sold; donde promotores, publicistas, gerentes de multinacionales y corporaciones aparecen como víctimas del sarcasmo de Spurlock. Su único objetivo es cubrir el presupuesto de la película que asciende a 1.5 millones de dólares americanos, a ser financiado por los mismos sponsors.
Citas memorables de alguno de los diálogos que sostiene Spurlock con los especialistas del marketing son: “Una publicidad que anuncia una mentira es una verdad” o “El único momento cuando no recibes publicidad es cuando duermes”, y que contrastan con la única cara opuesta del capitalismo occidental visto en el filme como es la ciudad de Sao Paulo en Brasil. Ante la firme decisión de acabar con la contaminación visual, sus autoridades prohibieron mediante una ley, todo tipo de publicidad en la calle.
Al presente Spurlock ya no es sensible, sino estúpido. Después de Super Size Me, Spurlock condujo un programa en la cadena musical MTV, llamado I Bet you will, donde apostaba a la gente hacer determinada sordidez voluntaria por un monto de dinero acordado entre ambas partes. Al parecer le tocó asumir el rol ahora.
Ante el narcisismo de Spurlock y la ingenuidad de los norteamericanos, el impacto es menor para el tercer mundo. En Bolivia su película se regala por 1 dólar.
¿Por el pelo de hoy cuánto gastás? cantaba Luca Prodan.
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