jueves, 15 de diciembre de 2011

EL FINAL DE UNA COSTUMBRE (reflexiones en el marco del lanzamiento de Perfecto Discos)

David Mamani Cartagena
 
Para Daniel Careaga



 Un Millón de Veces cerrando el ciclo de conciertos de Perfecto Discos


Bastaron tres fechas para el lanzamiento de Perfecto Discos y ya se puede hablar de un suceso en Santa Cruz. Seis bandas: Charango, Ella Escucha Voces, Six, Visiones del Terror, Don Adhelky y Un Millón de Veces se presentaron en diversos escenarios de la ciudad, con un promedio de asistencia aceptable dado lo “nuevo” en la propuesta de estas agrupaciones donde destacó la participación de invitados de Argentina como Flor & Sebas, artistas de la escena indie de la ciudad de La Plata.

El nacimiento de un sello discográfico que gracias al apoyo de Sixpack Producciones, se convierte en una plataforma alternativa (cabe aclarar que nada tiene que ver con el Colectivo de Música Alternativa Independiente) referido a los incipientes “gustos” que pueden ser adoptados por la gente.

Marcel Duchamp decía que “el gusto es costumbre”, es adquirido. Pues bien, en este mar de infinitas costumbres hay que trazar finitos, límites ergo rupturas para un posterior mapa generacional donde se podrá ubicar una evolución en la llamada “música cruceña” según el género que se plantee de la música popular (rock, pop, jazz, hip hop, cumbia, etc). 

Porque cuando uno está cerca de la concepción de una idea revolucionaria en términos de cambio en el arte (y no la demagogia política), en un contexto como la música contemporánea cruceña -y ojo con la localía porque el nombre está demás: “cruceño” (esto podría suceder o sucedió en cualquier parte del mundo)- lo alternativo se forja desde el anonimato. El anonimato no entendido como una pose “snobista” de parecer intelectuales o diferentes al común del gusto adquirido de la gente, sino de la emergencia, un nacimiento espontáneo. 

Dicho proceso de renovación puede tener una gran campaña mediática, hacer eco de la gente, compadrazgos, camarillas, comparsas, internet, redes sociales, etc; cualquiera sea la tara o la causa que le pongan, lo que quedará es el discurso, la obra de arte en sí como es la música que Perfecto Discos presentó a través de sus bandas.

Porque de toda la mierda que echan algunos, ésta se reduce a una estrategia del escándalo para resaltar sus méritos. Que si la mass media los consideró alguna vez o nunca lo hizo no debería ser preocupación o tema de falso debate. Que si tienen una trayectoria del tamaño 800 y ahí caben adeptos que fueron  a sus conciertos y compraron sus discos, no determina dónde se puede ubicar a este movimiento si no es en su capacidad de expresarse, a través de la música o asumiendo una posición en este marco reiterado del arte.

Y voy hacer hincapié en esa palabra: posición. No para hacer trinchera sino para referirme a lo dicho anteriormente, hacerse un lugar en esa cronología de la música popular. 



 Ella Escucha Voces actuando en la primera fecha



Y que me disculpen el sofisticado lenguaje que parece una “obra borgiana” como tan mal calificaron el trabajo de un colega periodista (Maximiliano Barrientos) que definía esta nueva ola de Perfecto Discos como “Ruido del bueno. Del necesario. Aquel que desordene el imaginario cruceño, tan anclando en el heavy metal ochentero donde no sucedió nada más después de Metallica y Guns N’Roses”.

Si alguien puede expresarse de manera más fácil para el resto de la gente que lo haga, pero este es mi sentir, alejado de los estériles comentarios de aquellos que al igual que su música, no piensan ni hacen pensar. Será el final de una costumbre, un gusto adquirido. Que así sea.



Fotos: David Mamani Cartagena


  

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